Fármacos hematopoyéticos: Factores del crecimiento, minerales y vitaminas.
Hematopoyesis
La sangre es un tejido
altamente dinámico; cada día se forman más de 200.000 millones de nuevas
células. El proceso de formación de la sangre se llama hematopoyesis o
hemopoyesis. La hematopoyesis se produce principalmente en la médula ósea roja
y necesita vitaminas del complejo B, vitamina C, cobre, hierro y otros
nutrientes.
La hematopoyesis responde
a las demandas del cuerpo. Por ejemplo, puede aumentarse diez veces la
producción de leucocitos en respuesta a una infección. El número de eritrocitos
puede aumentarse hasta cinco veces su valor normal en respuesta a anemia o
hipoxia. Diversas hormonas y factores de crecimiento influyen sobre el control
homeostático de la hematopoyesis, lo cual abre oportunidades para
intervenciones farmacológicas.
El proceso de la
hematopoyesis empieza a partir de una célula madre capaz de
madurar y convertirse en cualquier tipo de célula sanguínea. La ruta específica
que sigue la célula madre, ya sea para convertirse en un eritrocito, un
leucocito o una plaqueta, depende de las necesidades internas del cuerpo. La
regulación de la hematopoyesis se produce mediante mensajes de hormonas como la
eritropoyetina, productos secretados por los leucocitos denominados factores
estimuladores de colonias y otras sustancias circulantes. En la
actualidad, gracias a la tecnología del ADN recombinante, disponemos de algunos
de estos factores de crecimiento en cantidad suficiente para poder utilizarlos
como un medicamento.
Farmacoterapia con la eritropoyetina
Las hormonas naturales que estimulan alguno de los componentes de la formación de la sangre se denominan factores de crecimiento hematopoyéticos. Varios de estos factores de crecimiento se utilizan farmacológicamente para estimular la producción de eritrocitos, leucocitos o plaquetas.
El proceso de formación de eritrocitos, o eritropoyesis, se regula principalmente por la hormona eritropoyetina. Sintetizada en los riñones, llega hasta la médula ósea, en donde se une a los receptores de las células madres hematopoyéticas con el mensaje de que debe aumentarse la producción de eritrocitos. La eritropoyetina también estimula la producción de hemoglobina, necesaria para que los eritrocitos sean funcionales.
La principal señal para aumentar la secreción de eritropoyetina es un descenso
de la cantidad de oxígeno que llega a los riñones. Las concentraciones séricas
de la eritropoyetina pueden aumentar hasta 1.000 veces en respuesta a una
hipoxia intensa. Una hemorragia, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la
anemia y las altitudes altas pueden producir esa hipoxia. La eritropoyetina se
comercializa como epoetina alfa.
La darbepoyetina alfa es un agente más reciente, estrechamente emparentado con la epoyetina alfa. Tiene la misma acción farmacológica, eficacia y perfil de seguridad; sin embargo, la duración de su efecto es mayor, lo cual permite administrarla una sola vez a la semana. La darbepoyetina está autorizada para el tratamiento de la anemia asociada a la quimioterapia y a la insuficiencia renal crónica.
Tratamiento farmacológico con los factores
estimuladores de colonias
Los factores estimuladores
de colonias son sustancias naturales que estimulan la producción de células
sanguíneas. Varios de ellos tienen aplicación farmacológica.
El control de la
producción de los leucocitos, denominada leucopoyesis, es más
complejo que la eritropoyesis porque hay varios tipos de leucocitos en la
sangre. Las dos categorías básicas de factores de crecimiento de los leucocitos
son las interleucinas y los factores estimuladores de colonias (CSF).
Dado que la acción principal de las interleucinas es modular el sistema
inmunológico más que fomentar la leucopoyesis, se describen en el capítulo
dedicado a la modulación del sistema inmunitario.
Los factores estimuladores
de colonias actúan a concentraciones muy bajas. Se cree que cada célula madre
estimulada por estos factores de crecimiento es capaz de producir 1.000
leucocitos maduros. Los factores de crecimiento no sólo aumentan la producción
de leucocitos, sino que activan las células ya existentes. Los ejemplos de la
actividad aumentada incluyen el incremento de la migración leucocitaria con
antígenos, la mayor toxicidad mediada por anticuerpos y la fagocitosis
aumentada.
Los CSF se denominan según
el tipo de célula sanguínea que estimulan. Por ejemplo, el factor estimulador
de colonias de granulocitos (G-CSF) aumenta la producción de neutrófilos, el
tipo de leucocitos más frecuente. El factor estimulador de colonias de
granulocitos-macrófagos (GM-CSF) incita la producción tanto de granulocitos
como de macrófagos. El proceso de identificación de los diversos CSF endógenos,
la determinación de su función normal y la exploración de su potencial utilidad
como agentes terapéuticos es un área emergente de la farmacología.
El filgrastim es similar
al G-CSF natural y se utiliza principalmente en los casos de neutropenia
crónica o de neutropenia secundaria a la quimioterapia. El pegfilgrastim es una
forma del filgrastim con una molécula de polietilenglicol (PEG) unida. El PEG
disminuye la eliminación renal de la molécula, permitiéndola así permanecer
durante más tiempo en el organismo y prolongar su acción. El sargramostim es
similar al GM-CSF y se utiliza para tratar la neutropenia de pacientes en
tratamiento por una leucemia mieloide aguda y aquellos sometidos a un
trasplante autólogo de médula ósea.
Farmacoterapia con factores estimuladores de
plaquetas
Los pacientes con anemia
frecuentemente pueden beneficiarse de los medicamentos que aumentan la
producción y función de las plaquetas. Se han desarrollado algunos fármacos
para esta función.
La producción de
plaquetas, o trombopoyesis, empieza cuando los megacariocitos de la médula ósea
empiezan a liberar pequeños fragmentos rodeados de membrana. Estos fragmentos
entran en la circulación sanguínea y se convierten en plaquetas. Un solo
megacariocito puede producir miles de plaquetas.
La actividad de los
megacariocitos está controlada por la hormona trombopoyetina que
se produce en el hígado. La trombopoyetina no está disponible como un fármaco,
aunque está actualmente valorándose en estudios clínicos.
La oprelvekina es un
fármaco, producido mediante la tecnología del ADN recombinante, que estimula la
producción de megacariocitos y de trombopoyetina. Aunque difiere ligeramente de
la interleucina 2 endógena, ambas se consideran funcionalmente equivalentes. Se
utiliza para estimular la producción de plaquetas en pacientes en riesgo de una
trombocitopenia causada por la quimioterapia. El inicio de la acción es a los 5
a 9 días y el tratamiento generalmente se mantiene hasta que el número de
plaquetas vuelve a superar los 100.000/mcL. El número de plaquetas se va a
mantener elevado durante al menos 7 días desde la última dosis. La oprelvekina
sólo se administra por vía SC. Su principal efecto secundario es la retención
de líquido, lo cual puede ser un problema en pacientes que tienen una cardiopatía
o nefropatía.
Clasificación de las anemias
La anemia es
una patología en la que los eritrocitos tienen la capacidad de transporte de
oxígeno disminuida. Aunque hay muchas causas diferentes de anemia, todas ellas
pueden incluirse en alguna de las siguientes categorías:
- Pérdida de sangre por una hemorragia Mayor
destrucción de eritrocitos
- Menor producción de eritrocitos
La anemia se considera un
signo más que una enfermedad en sí misma. Para que el tratamiento sea eficaz es
necesario identificar y tratar la enfermedad de base.
La clasificación de las
anemias suele basarse en la descripción del tamaño y color de los eritrocitos.
El tamaño puede ser normal (normocítica), pequeño (microcítica) o grande
(macrocítica). El color depende de la cantidad de hemoglobina presente y se
describe como rojo normal (normocrómica) o rojo pálido (hipocrómica).
Cada tipo de anemia tiene
unas características específicas, pero todas ellas comparten signos y síntomas
comunes. Si la anemia se instaura de forma gradual, el paciente puede
mantenerse asintomático excepto durante el período de ejercicio físico. A
medida que la enfermedad avanza, el paciente con frecuencia presenta palidez,
una decoloración de la piel y las mucosas debida al déficit de hemoglobina.
Debido al menor aporte de oxígeno a los músculos se produce una disminución de
la tolerancia al esfuerzo, cansancio y obnubilación. Los mareos y
desvanecimientos son frecuentes ya que el encéfalo no recibe suficiente oxígeno
para funcionar adecuadamente.
Los aparatos respiratorio
y cardiovascular compensan la depleción de oxígeno aumentando la frecuencia
respiratoria y cardíaca. La anemia crónica o grave puede producir una
insuficiencia cardíaca.
Farmacoterapia con la vitamina B12 y el
ácido fólico
Según el tipo de anemia, se pueden administrar varias vitaminas y minerales para aumentar la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre. Los agentes antianémicos más comunes son la cianocobalamina, el ácido fólico y el sulfato ferroso.
La vitamina B12 y
el ácido fólico son nutrientes dietéticos esenciales para las células en rápida
división. Como la eritropoyesis tiene lugar a un ritmo elevado de forma
continua durante toda la vida, las deficiencias de estos nutrientes con frecuencia
se manifiestan en la forma de anemias.
La vitamina B12 es
un componente esencial de dos coenzimas que se necesitan para el crecimiento
celular y la replicación del ADN normales. La vitamina B12 no
se sintetiza ni por las plantas ni por los animales; sólo las bacterias pueden
fabricar esta sustancia. Dado que sólo se necesitan cantidades minúsculas de la
vitamina B12 (3 mcg/día), la deficiencia de esta vitamina no se
suele deber a una ingesta diaria insuficiente. Por el contrario, la causa más
frecuente es la ausencia del factor intrínseco, una proteína
secretada por las células del estómago y que se necesita para absorber la
vitamina B12 en el intestino. Las enfermedades inflamatorias
del estómago o su resección quirúrgica pueden producir una deficiencia del
factor intrínseco. Las enfermedades inflamatorias del intestino delgado que
alteran la absorción de los alimentos y nutrientes también pueden producir una
deficiencia de vitamina B12. Dado que la vitamina B12 se
encuentra principalmente en alimentos de origen animal, los vegetarianos
estrictos pueden necesitar un suplemento vitamínico para evitar su deficiencia.
La consecuencia más grave
de la deficiencia de la vitamina B12 es la enfermedad,
llamada anemia perniciosa o megaloblástica, que
afecta tanto al sistema hematológico como al nervioso. Las células madre
hematopoyéticas producen eritrocitos anormalmente grandes que no maduran
completamente. Las células de la serie roja son las más afectadas si bien la
deficiencia de maduración puede darse en las formas graves de la enfermedad.
Los síntomas de la anemia perniciosa son inespecíficos y se instauran
lentamente, a veces a lo largo de décadas. Los síntomas neurológicos pueden
incluir pérdida de memoria, confusión mental, inestabilidad, hormigueo o
entumecimiento de las extremidades, alucinaciones, cambios de carácter e
incluso alucinaciones en los casos graves. Se puede producir un daño
neurológico permanente si la enfermedad no se trata. El tratamiento
farmacológico incluye la administración de cianocobalamina, una forma de la
vitamina B12 (consulte la sección «Fármaco prototípico»).
El ácido fólico, o folato, es un complejo vitamínico B esencial para la síntesis normal del ADN y el ARN. Al igual que ocurre con la vitamina B12 , la deficiencia de ácido fólico puede manifestarse como una anemia. De hecho, el metabolismo de la vitamina B12 y el del ácido fólico están estrechamente ligados; un déficit de B12 producirá una falta de ácido fólico activado.
A diferencia de la
vitamina B12 , el ácido fólico no requiere un factor intrínseco
para su absorción intestinal y la causa más frecuente de deficiencia de folato
es un aporte dietético insuficiente. Esta deficiencia se observa frecuentemente
en el alcoholismo crónico ya que el alcohol altera el metabolismo hepático del
ácido fólico. Las dietas de moda y los trastornos de la absorción del intestino
delgado también pueden producir una anemia por déficit de ácido fólico. Los
signos hematopoyéticos de la deficiencia de folatos son los mismos que los del
déficit de vitamina B12 ; no obstante, no aparecen signos
neurológicos. La deficiencia de folatos durante el embarazo se ha relacionado
con malformaciones congénitas del tubo neural, como la espina bífida. El
tratamiento suele consistir en el aumento del aporte alimentario de ácido
fólico a partir de verduras verdes frescas, alubias y productos del trigo. En
los casos en que no se puede conseguir un aporte alimentario adecuado, debe
recurrirse al tratamiento con folato sódico o ácido fólico. El ácido fólico se
analiza con mayor detalle en el capítulo 38, en donde puede encontrarse como un
fármaco prototípico de las vitaminas hidrosolubles.
Farmacoterapia con hierro
El hierro es un mineral
esencial para la función de varias moléculas biológicas. De todo el hierro del
organismo, entre el 60% y el 80% del mismo está unido a la hemoglobina dentro
de los eritrocitos. El hierro también es esencial para varias enzimas
mitocondriales implicadas en el metabolismo y la producción de la energía de la
célula. Como el hierro libre es tóxico, el organismo lo une a los complejos
proteínicos de la ferritina, hemosiderina y transferrina. Las dos
primeras mantienen los depósitos intracelulares de hierro, mientras que la
transferrina transporta el hierro a los sitios del cuerpo en donde se necesita.
La causa más frecuente de
anemia nutricional es la deficiencia de hierro. Una causa principal de anemia
ferropénica es la pérdida aguda o crónica de sangre, como puede ocurrir en la
úlcera péptica y las deficiencias dietéticas. Algunos individuos tienen una
demanda de hierro aumentada, como las mujeres gestantes, las que tienen una
menstruación copiosa o aquellos sometidos a un entrenamiento atlético
intensivo. En estas circunstancias es posible que se necesite más de la dosis
diaria recomendada (DDR) de hierro. El efecto más importante de la deficiencia
de hierro consiste en una reducción de la eritropoyesis que da lugar a los
síntomas de una anemia.
Cuando los eritrocitos mueren, prácticamente todo el hierro de su hemoglobina se incorpora a la transferrina y se recicla para su uso posterior. Gracias a este sistema de reciclado tan eficiente, el organismo sólo pierde cerca de 1 mg diario, con lo que las necesidades dietéticas son bastante reducidas en la mayoría de los sujetos. El equilibrio del hierro se mantiene aumentando la absorción del mineral en la zona proximal del intestino delgado. Los déficits de hierro más frecuentes en EEUU y Canadá se producen en las mujeres en edad fértil por las pérdidas de sangre durante la menstruación y por el embarazo. Como el hierro se encuentra en gran cantidad en los productos cárnicos, los vegetarianos tienen un elevado riesgo de desarrollar una anemia ferropénica.
El sulfato ferroso, el
gluconato ferroso y el fumarato ferroso se utilizan frecuentemente como
suplementos de hierro por vía oral. Los productos de liberación lenta,
denominados hierro carbonilo, son más caros pero también menos
peligrosos si se produce una exposición accidental en niños porque conceden un
tiempo de intervención más largo antes de que se produzcan los efectos tóxicos.
El hierro dextrano es un preparado parenteral que puede utilizarse cuando el
paciente no puede tomar los preparados orales. Muchos suplementos de hierro
contienen también vitamina C porque el hierro la oxida. Se cree también que la
vitamina C aumenta la absorción del hierro. Dependiendo del grado de depleción
de hierro del paciente y la cantidad de suplemento que tolera sin efectos
secundarios significativos, pueden ser necesarios entre 3 y 6 meses de
tratamiento.
Que buena información acerca de este tema...
ResponderEliminarExcelente información, es de mucha importancia conocer los distintos fármacos y en que momentos utilizarlos así evitar alguna de las enfermedades hematopoyéticas.
ResponderEliminarMuy buen aporte del tema, es muy fascinante como funciona nuestro organismo y como una pequeña falla en la produción de vitaminas puede ocasionar grandes desbalances.
ResponderEliminarCon la eritropoyetina podemos mantener la calidad de vida a los pacientes con enfermedad renal crónica ademas es muy importancia evitar deficit de vitaminas y minerales.
ResponderEliminarSiendo la hematopoyesis el proceso por el cual se da la producción de ciertos elementos de la sangres, es importante que se conozcan las funciones de los factores de crecimientos, nutrientes y vitaminas, ya que el consumo regular es necesario para evitar las anemias.
ResponderEliminarUn tema muy importante como lo es la deficiencia de hierro muchas veces pensamos que solo es por la alimentación pero también puede ser por la mala absorción de hierro en nuestro cuerpo y pueden influir mucho factores. Muy buen dato, excelente.
ResponderEliminarmuy buen tema, que importante es tener conocimiento sobre los farmacos hematopoyeticos y sus usos teraputicos al igual que las vitaminas y minerales es importante conocerlas.
ResponderEliminarInteresante contenido
ResponderEliminarMe encantó que el tema esta muy completo
ResponderEliminar